Clases de Yoga

Elongación * Flexibilidad * Tonicidad * Meditación * Relajación * Reeducación postural * Reeducación respiratoria*

-CLASES PARTICULARES


-CLASES GRUPALES (grupos reducidos)


***Consultar horarios***

sábado, 19 de marzo de 2016

miércoles, 9 de marzo de 2016

Satya



 El segundo de los Yamas en los 8 pasos del Yoga de Patanjali es Satya.
Satya significa no mentir, amor a la verdad. Implica ser honesto y sincero con uno mismo y con los demás, no engañar ni engañarnos. Practicar satya es ver y comunicar las cosas tal cual como son, no como desearía que fueran. Esto requiere una profunda conexión con mi interior para saber realmente cómo me siento, qué es lo que quiero, cómo soy, cómo estoy hoy en este momento. No fingir ni aparentar a los demás ni a mí mismo. No querer convencer o convencerme de que soy alguien que en verdad no soy.


En la práctica de Yoga, tener en cuenta el principio de satya es conocerme y realizar las asanas que estén a mi alcance, a mi cuerpo, a mi estado de ánimo, en fin, a mi realidad de este momento. Está muy emparentado con el primer yama, ahimsa, ya que si me engaño esforzándome en realizar una postura que no es la apropiada para mí, me estoy lastimando y ejerciendo violencia hacia mí mismo.



Satya también requiere un cuidado especial en la forma de hablar, pensar y actuar. Ser honesto y decir lo primero que se me cruza por la mente ante una situación, puede dañar a otros. Por eso es necesario tomar cierta distancia, hacer un espacio para que las palabras surjan desde la profundidad de nuestro ser y no como una reacción violenta y desmedida. Esto es aplicable en una clase de Yoga cuando se propone una postura desafiante y emitimos un prejuicio a veces irracional, por ejemplo pensando que no la podremos hacer o que es muy difícil.  Si nos detenemos un momento y nos damos el tiempo necesario para analizar la postura, quizás llegamos a la conclusión de que esa asana es una excelente opción para realizar y hasta puede llegar a ser muy reconfortante.

martes, 1 de marzo de 2016

Ahimsa en la práctica de Yoga

Ahimsa es el principio fundamental para una vida yóguica. Es el primero de los Yamas o reglas éticas del Yoga
Ahimsa significa "no violencia" y nos invita llevar a una vida en la que cultivemos el sentido de la paz con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Es no agredir ni lastimar con acciones violentas o dañinas o con pensamientos negativos hacia nosotros y los demás.
A veces la violencia es muy sutil. Por ejemplo, estamos haciéndonos daño a nosotros mismos al no permitirnos el descanso después de un día agotador, al ser indiferentes ante nuestras propias necesidades. La no violencia es el derecho a ser felices y hacer felices a los que nos rodean.
Aplicado a la práctica de las posturas, la no violencia es no realizar ningún movimiento que dañe nuestro cuerpo, reconocer nuestros límites y no querer llegar más lejos de lo que actualmente el cuerpo nos permite. Si al realizar una postura hay dolor, tensión y malestar, hay violencia. Practicar ahimsa en una asana es adaptarla a cada persona y a cada situación particular, respetando la biomecánica del cuerpo y evitando acciones que puedan provocar lesiones en el futuro o un desgaste prematuro del organismo. Por eso es importante aceptar el cuerpo que tenemos y trabajarlo a partir de esa conciencia. No deberíamos forzarnos para llegar a una postura determinada a toda costa, sino adaptar la postura a la realidad  de nuestro cuerpo para que éste se sienta cómodo al realizarla. Para ello necesitamos conocernos, amarnos y respetarnos a nosotros mismos.
Ahimsa implica paciencia, empatía, amor y compasión. Yoga no es hacer una postura y "aguantarla" sino, construirla con conciencia y "disfrutarla" mientras la armamos. Lo importante no es la meta sino el camino que vamos construyendo.