Respiración y emociones
La vida depende absolutamente de la respiración: "El Aliento es Vida". Respirar es vivir. Al nacer, el bebé inspira profundamente el aire, lo retiene por un momento para extraer la energía vital, exhala después un débil gemido y comienza a vivir en este mundo. El anciano da un débil suspiro, cesa de respirar y muere. Desde el primer gemido del bebé hasta el último suspiro del anciano se sucede una continua serie de respiraciones. El hombre puede vivir algún tiempo sin comer, algo menos de tiempo sin beber, pero sólo muy pocos minutos sin respirar. El ser humano en su estado normal no necesita que nadie le enseñe a respirar. Pero la vida civilizada le hace adoptar erróneos procedimientos y actitudes de andar, estar de pie y sentarse que lo han despojado del natural derecho de respirar saludablemente. La respiración siempre está allí y fluctúa con nosotros según nuestros estados de ánimo. Si aprendemos a manejar nuestra respiración, aprenderemos a manejar nuestras