Es un período de introspección, de observar nuestra oscuridad y darle lugar a que emerja la luz. Es necesario vaciar viejas ideas, costumbres, aspectos que queremos cambiar y confiar en la fuerza generadora del cambio. El solsticio de invierno nos conecta con lo cíclico de la vida y la muerte, con la inmortalidad. Algo muere para que nazca algo nuevo.
Podemos meditar sobre aquellos aspectos que deseamos dejar atrás, que ya no forman parte de nuestra vida actual. Y luego podemos enfocarnos en la energía que queremos atraer en nuestras vidas, las metas a lograr o las cualidades personales que queremos trabajar. También podemos reflexionar sobre lo cíclico en el Universo y sobre la capacidad de crear una nueva realidad después de terminar una etapa.Dar lugar a la oscuridad para que aparezca la luz. Darle la bienvenida al sol que iluminará nuestras almas.
